jueves, 12 de enero de 2017

SOLO ESTANDO
 
¡Qué infinita mañana de luz plácida y junta!
¡Qué suavidad del aire de arenas tan azules!
¡Qué elegantes los sauces peinándose las hojas!
¡Qué verde la pradera inmensa para soñarla!
¡Qué blancas van las alas de palomas, bebiendo
la plata de las fuentes, que gimen de silencio!
¡Qué libres van los pájaros a sus horizontes,
como dueños del mar, en las sombras de la tarde!
¡Qué solo el ruiseñor, cuando canta en soledad,
y se llena el espacio en múltiples consecuencias!
¡Qué lejos el pinar, sujetando al horizonte,
diciéndome que reina en su reino de esmeraldas!
 
Y yo...bebiendo todo, observando todo, ajeno,
como si nada fuera conmigo, ¡solo estando!,
sintiéndome uno más entre miles de universos.
 
Eulogio Díaz García